La
salud mental se relaciona con el raciocinio, las emociones y el comportamiento
frente a diferentes situaciones de la vida cotidiana. También ayuda a determinar
cómo manejar el estrés, convivir con otras personas y tomar decisiones
importantes. Al igual que otras formas de salud, la salud mental es importante
en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad
adulta. De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
los problemas de salud mental constituyen alrededor del 15% de la carga mundial
de la enfermedad.2 El
déficit en la salud mental contribuiría a muchas enfermedades somáticas y
afectivas como la depresión o la ansiedad.
El tema de la salud mental, además, no concierne sólo a los aspectos de atención posterior al surgimiento de desórdenes mentales evidentes, sino que corresponde además al terreno de la prevención de los mismos con la promoción de un ambiente sociocultural determinado por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir ya desde la educación más primaria de la niñez y de la juventud. Esta preocupación no sólo concierne a los expertos tales como psicopedagogos y psicólogos, sino que forma parte de las responsabilidades de gobierno de una nación, de la formación en el núcleo familiar, de un ambiente de convivencia sana en el vecindario, de la responsabilidad asumida por los medios de comunicación y de la consciente guía hacia una salud mental en la escuela y en los espacios de trabajo y estudio en general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario